El Rápel es una técnica que permite descender por una pared vertical. A través de un arnés, una soga y un descensor, la persona puede bajar de un modo seguro, logrando sortear un precipicio con relativa facilidad. Existen diferentes tipos de rapel, ya que este sistema se utiliza en el montañismo, la espeleología y hasta en acciones del ámbito militar, por citar algunas posibilidades. De acuerdo al tipo de superficie vertical y a la altura, varía el equipamiento a utilizar. A nivel general, puede decirse que la persona que desea practicar rapel necesita un arnés, un descensor, una cuerda, un cabo de seguridad y un mosquetón que tenga seguro, además de guantes para no lastimarse las manos y de un casco por si caen rocas o se golpea contra la pared (o, en caso de accidente, contra el suelo). El individuo deberá impulsarse contra la pared para ir descendiendo poco a poco, haciendo uso del sistema que le permitirá dicho descenso. Existen sistemas que son individuales y otros, colectivos (con varias personas descendiendo de forma simultánea). Una vez que ya se ha tomado la decisión de practicar rápel o rapel, es importante que la persona en cuestión siga una serie de consejos por parte de profesionales de dicha disciplina deportiva, entre los que se encuentran estos: -Además de disponer de todos los materiales citados necesarios, para la práctica de ese deporte y para velar por la seguridad, es importante llevar una ropa cómoda y que ofrezca libertad de movimientos en todo momento. -Quienes tienen el pelo largo deben recogérselo para así evitar que pueda engancharse en algún dispositivo o en la pared, lo que podría provocarles no ya un tirón sino un gran daño. -El arnés que se utilice debe estar perfectamente ceñido, debe encontrarse en buen estado y debe ajustarse sin que ahogue. -Es aconsejable que la cuerda que se emplee siempre cuente con algún dispositivo que pueda evitar que las rozaduras con las palabras acaben deteriorándola o directamente cortándola. -Jamás hay que practicar este deporte en solitario. Siempre debe llevarse a cabo junto a otra o varias personas para evitar que cualquier pequeño accidente pueda resultar catastrófico. Y es que si se va sin compañía nada podrá darle auxilio. -Todos los elementos que se utilicen tienen que estar convenientemente homologados, ya que es la única manera de que se cuente con la mayor seguridad posible. -La mochila que se lleve en la espalda no debe pesar mucho, para evitar que se pueda perder el equilibrio y que esté desestabilizando a la persona en todo momento.
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